banana pancakes
Esta noche he soñado que me despertaba a tu lado. Cerca de un cielo azul en blanco y negro, y nubes de algodón sobre unos cables de tendido eléctrico. En mi sueño estaba desnuda y las sábanas eran blancas. Me incorporaba despacio entre los cojines y bebía un poco de agua. Al girarme, tú estabas allí. Podía adivinar tu cuerpo acostado a mi lado en la oscuridad. Me acurrucaba con tu calor, enredando mis piernas con las tuyas, y apretaba mis labios contra tu hombro para darte un beso de esos que no hacen ruido. Después me apoyaba en tu pecho para oír el pum-pum que repicaba dentro y así me quedaba mucho rato, adormilada, con tus caricias en mi espalda y deseando que fuera domingo otra vez.
El despertador ha sonado un rato después. Para entonces ya había tenido un déjà vu largo, tibio y agradable.
Luego me ha pillado el diluvio universal sin paraguas. Mientras corría hacia la estación, se me han antojado banana pancakes y dormir un ratito más.
Más tarde ha salido el sol, y me he pasado casi todo el día escuchando a Jack Johnson.
1 comentario:
A menudo, los sueños son mejores que la realidad, ¿verdad? De todas maneras, intuyo que ese día la lluvia te mojó menos que otros...
Con cariño,
Bartok.
PD: ¡Que sean dos banana pancakes, por favor!
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