domingo, julio 08, 2007

como astronautas de plomo

Podemos colonizar un cometa. Le pondremos nombre, plantaremos nuestra bandera y habremos inventado nuestro hogar. Porque en este mundo no hay nada que sea nuestro, de los dos. Habrá que salir a buscarlo ahí fuera. Nos sentaremos en nuestro porche con el cinturón abrochado y la escafandra de astronautas y, a la luz de unas velas de mentira, veremos como se pone el sol en los Alpes y amanece en una playa de las Fiji. Todo a la vez. Tendremos una nave espacial para bajar a la tierra los domingos. A comer con la familia o salir con los amigos. Así no nos cansaremos de la ingravidez. Daremos vueltas por la galaxia y reinventaremos las constelaciones, mientras nuestro pequeño mundo viaja a toda prisa, dejando una estela irisada entre las estrellas. Igual que ahora, pero en una órbita más grande. Y si algún día nos acercamos demasiado a un planeta y la gravedad nos lleva a una muerte incandescente en contacto con su atmósfera, tú serás soldadito y yo bailarina. Pondremos un vinilo de los cincuenta y nos fundiremos en forma de corazón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para esta entrada te recomiendo que escuches 'Starlight', de Muse... muy acorde con la temática; o esa es la impresión de un romanticón empedernido.

Un beso para esa chica de raíces sureñas.

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